Lectores

¿Cuál es tu experiencia con los chicos cuando vas a las escuelas?

Suelo tener contactos con los lectores, pero cuando escribo no tengo en cuenta a ningún lector, no tengo presente a ningún chico real.
En todo caso si hay un destinatario es una especie de lector virtual, alguien construido más por intuición que por observación de campo.
Y los encuentros reales suelo tenerlos en escuelas, en la feria del libro, en la cantidad de eventos relacionados que hay en todo el país. Suelo encontrarme con chicos que hacen preguntas, muchas previsibles, algunas muy insólitas.
La pregunta más reiterada es “¿de dónde saca las ideas?” Trato de responderles pero la verdad no sé muy bien de dónde “obtengo” las ideas.
Contesto que seguramente de lo que leo, de las películas, de la memoria, de lo que veo en la calle, aunque mi sensación es la de inventar. Tengo una imagen de mí como la de un cartonero, o un ciruja, alguien que anda por la calle recogiendo restos.
Y yo me siento así, como alguien que con fragmentos, restos de lenguaje, trozos de comunicación, pedazos de historias, arma objetos narrativos de cierta utilidad.
La idea de esos encuentros es el diálogo entre el autor y los lectores, pero a esta altura, después de haber participado en tantos, reconozco que en realidad se trata de un encuentro afectivo, una especie de devolución, de transmisión de cariño.

¿Cuál fue la pregunta que más te gustó que te hayan hecho?

No exactamente una pregunta, algo que me conmovió hace mucho fueron dos nenas que se me acercaron y me dijeron: que los martes a las 11 horas, yo me tenía que acordar de ellas. Y bueno, quedamos así… (risas), que todos los martes de la vida, a esa hora yo me tenía que acordar de ellas dos y que en lo posible ellas harían lo mismo. Me causó gracia y a la vez un poco me asustó, porque yo andaba mal, y necesitaba justamente algo de ese tenor ¿se notaba en mi cara? Bueno, la parte demente de los chicos es maravillosa.

No hay comentarios: